Por Barbara Loe Fisher
Publicado originalmente Noviembre 2017
Desde que me pidieron hacer una presentación sobre las exenciones de vacunas en 1997 en el Departamento de Salud y Servicios Humanos en Washington, D.C., defendí públicamente el principio del consentimiento informado, el cual se definió como un derecho humano en el Juicio de Nuremberg contra los médicos en 1947.1
El consentimiento informado significa, que cualquier persona tiene derecho a estar plenamente informado sobre los beneficios y riesgos que una intervención médica conlleva, asimismo tiene la libertad de decidir de manera voluntaria si acepta o no los riesgos que esta implica, sin que esté obligado o se le castigue por la decisión que fuese a tomar. El consentimiento informado se adjudica tanto a los riesgos asumidos por los participantes en los experimentos científicos, como a aquellos asumidos por cualquier paciente bajo cuidado médico. 2 3 4 5
El Principio Del Consentimiento Informado Se Aplica Ante Cualquier Riesgo Médico
Hoy en día, cuando una persona defiende públicamente el consentimiento informado respecto a las leyes de vacunación, por lo general se le estigmatiza inmediatamente como alguien “en contra de las vacunas” y de esta manera, se evita cualquier conversación relacionada con el tema. 6 7 Quizás, esto se deba a que el hablar de ética, conlleva hablar en detalle de la libertad.
El derecho y la responsabilidad de tomar una decisión junto a los riesgos que esta implica, le corresponde enteramente a la persona que asume el riesgo. Cuando conoce y piensa a consciencia los riesgos que usted o su hijo puedan tener— y es fiel a lo que dicte su conciencia— la decisión es suya. Y al ser suya, puede defenderla. Y si puede defenderla, podrá luchar por su libertad de tomar esa decisión a toda costa, sin importar quien quiera detenerlo.
Nunca Vaya En Contra De Su Consciencia
En la década de 1930 y bajo el riesgo de ser arrestado por hablar en contra de la censura y la persecución de las minorías, Albert Einstein dijo: "Nunca haga nada en contra de tu conciencia, incluso si el Estado lo exige". 8
La libertad de tener un pensamiento propio y seguir lo que dicta nuestra consciencia ante cualquier elección que ponga en riesgo nuestra vida o la de nuestros hijos, es el derecho más fundamental, natural e inalienable que tenemos.
Pues nuestras decisiones son las que marcan nuestro viaje en esta tierra.
Si no se nos permite elegir, el viaje no es nuestro. Las decisiones que ponen en riesgo nuestra integridad física al igual que nuestra mente y espíritu, son algunas de las cuestiones más difíciles de esta vida.
Los Riesgos De las Vacunas Difieren de Persona en Persona
Por lo tanto, la vacunación debe seguir siendo una cuestión de elección, ya que esta representa una intervención médica en el cuerpo de una persona sana, la cual la pone en riesgo de sufrir una lesión o de morir. 9 10 Y aunque todos nacemos con los mismos derechos bajo la ley, no todos nacemos iguales. Cada uno de nosotros nacemos con diferentes genes y un microbioma único condicionado por la epigenética que determina la forma en la que respondemos a los entornos en los que vivimos. 11 12
No todos tenemos la misma reacción a los productos farmacéuticos como las vacunas, por lo que no todos en la sociedad sobrellevan sus riesgos de la misma forma.
¿Por qué se debería demeritar las vidas de aquellos que son vulnerables a sufrir complicaciones por alguna infección? ¿Y por qué a las personas se les debería arrebatar la libertad de optar por una manera menos riesgosa para cuidar su salud?
Las Vacunas Conllevan Riesgos Y No Garantizan Protección
El vacunarse implica introducir deliberadamente en el cuerpo de una persona sana microbios vivos atenuados o modificados genéticamente, junto con distintas cantidades de sustancias químicas, metales, ARN y ADN de humanos y animales, además de otros componentes 13 que manipulan atípicamente el sistema inmune para provocar una respuesta inflamatoria que estimule la inmunidad artificial.14
Pero la vacunación, no garantiza que la integridad biológica se vea en peligro, ni tampoco garantiza que pueda ser mortal para una persona sana o vulnerable a la inmunización, ya sea de manera inmediata o en el futuro. Asimismo, la vacunación no garantiza impedir que una persona contraiga alguna infección con o sin síntomas, ni que pueda transmitirla a otros. 15
Discrepancias en la Ciencia de las Vacunas, los Médicos No Pueden Predecir Quién Reaccionará A Ellas
Los informes publicados por los comités de médicos del Instituto de Medicina, confirman que tanto las vacunas, como las infecciones, pueden lesionar y ser mortales, sin embargo:
- Se sabe muy poco sobre cómo las vacunas o los microbios actúan a nivel celular y molecular en el cuerpo humano; 16 17 18 y
- el Instituto de Medicina confirma que un número desconocido de personas, tienen ciertas susceptibilidades genéticas, biológicas y ambientales que implican una propensión mayor al daño de las vacunas, pero los médicos no pueden predecir con exactitud quiénes son; 19 20 y
- los ensayos clínicos de vacunas experimentales son demasiado pequeños y no pueden detectar reacciones serias antes de ser autorizados; 21 22 y
- el calendario de vacunación infantil hasta los 6 años de los Estados Unidos, no ha sido estudiado adecuadamente para descartar cualquier asociación con alergias, autoinmunidad, trastornos de aprendizaje y conducta, convulsiones, autismo y otras disfunciones cerebrales e inmunológicas. 23
Sin embargo, con estas grandes discrepancias en el conocimiento científico, las autoridades sanitarias dictaminan vacunar al 99.99 % de los niños, sin considerar los riesgos conocidos o desconocidos. 24 25
Las Vacunas Aprobadas Por el Gobierno Son "Ineludiblemente Nocivas"
Por lo tanto, la vacunación es un procedimiento médico que se puede calificar como experimental cada vez que se realiza en una persona. Por ende, las leyes de vacunación obligatoria "sin excepciones", generan un experimento científico de facto, poblacional, bajo ningún control e interminable que incluye a todos los recién nacidos y en el que se sacrifican un número desconocido de niños que son vulnerables a la vacuna.
Además, el Congreso y la Corte Suprema de los Estados Unidos, han declarado que las vacunas con licencia federal son "ineludiblemente nocivas", de esta manera suprimen la responsabilidad civil tanto de los médicos que proporcionan vacunas, como de las compañías farmacéuticas que las venden, cuestión que se ha convertido en un negocio multimillonario muy lucrativo en los Estados Unidos. 26 27 Al mismo tiempo, el Programa Nacional de Compensación por Lesiones Causadas Por Vacunas instaurado por el Congreso en 1986 y que supuestamente era una alternativa libre de culpabilidad— y que no sustituye al litigio—, ha sido destruido por las agencias federales, por lo que hoy en día, prácticamente ningún niño recibe compensación cuando se ven afectados por las vacunas.28
Ahora, se está estableciendo un programa global de compensación por lesiones causadas por vacunas con el fin de proteger a las corporaciones multinacionales de toda responsabilidad civil que pudiese surgir de las lesiones propias de cientos de nuevas vacunas genéticamente modificadas que los gobiernos impondrán en el futuro. 29 30 31 32 33 34
Todo esto ocurre mientras los grupos de comercio médico junto a la industria y el gobierno unen sus fuerzas para presionar y eliminar de las leyes estatales de salud 35 las exenciones de versátiles opiniones médicas, diligentes y religiosas, como se hizo en California en el 2015,36 para que quienes se nieguen a recibir las vacunas aprobadas por el gobierno o se nieguen a vacunar a sus hijos, se les pueda negar la educación, el empleo, la asistencia médica y otros derechos civiles.
El Utilitarismo No Debe Ser la Base De la Ley De Salud Pública
En 1996, asistí a una conferencia sobre el papel de los médicos y científicos que implementaron la política de salud pública durante el Tercer Reich en el Museo del Holocausto en Washington, D.C. y vi una inscripción que me dejó sin aliento. Decía: "los primeros en perecer fueron los niños... de ellos podría haber surgido un nuevo amanecer".
Este comentario, que originalmente expresé en marzo de 2017 durante la reunión inaugural del evento “Physicians for Informed Consent” (Médicos por el Consentimiento Informado) en California, 37 está dedicado a madres y padres cuyos hijos murieron o quedaron con un grave daño cerebral ante un riesgo de vacunación del 100 %.
Lo que planteó es que la teoría consecuencialista del utilitarismo 38 39 40 es una ética falsa que debe ser rechazada como el fundamento moral de las políticas y leyes de salud pública, para que así pueda ser reemplazada por una ética compasiva que se base en respetar el derecho humano a la autonomía y al consentimiento informado respecto a cualquier riesgo médico, esto incluye los riesgos de la vacuna.
Se Censura A Un Pediatra por Reportar Muertes Infantiles Tras Aplicar la Vacuna DPT
Recuerdo ese día de primavera en 1982, era una joven madre con un hijo de 4 años que sufría los efectos de una grave reacción adversa a la vacuna DPT. Ver el documental televisivo de NBC “DPT: Vaccine Roulette” 41 y trabajar con otros padres que tenían niños afectados por la vacuna DPT en el área de Washington, D.C., me llevo a decidir ir a una conferencia de prensa en la Academia Americana de Neurología donde un neuropediatra hablaría sobre su estudio en el que 2/3 de los bebés, cuyas muertes se clasificaron como síndrome de muerte súbita del lactante, habían muerto 3 semanas después de haber recibido la vacuna DPT.
A este pediatra le preocupaba que además del SMLS, la vacuna DPT pudiera ser una importante causa de muerte a temprana edad sin identificar, y propuso realizar más investigaciones. Al finalizar, sus colegas médicos arremetieron contra su experiencia profesional e integridad personal, acto que lo hizo sudar frio. En lo personal, nunca había visto algo así.
Durante el receso, un científico con doctorado que, en ese momento, trabajaba para la Academia Nacional de Ciencias se acercó y me preguntó qué hacía allí, le respondí que quería saber más sobre la vacuna DPT porque, cuando iba a vacunar a mi bebé, no sabía que esas vacunas– las cuales supuestamente mantenían sanos a los niños –en realidad podrían ser mortales.
Vi una expresión burlona en su rosto y me dio a entender que eso era un caso en un millón. E instintivamente le pregunté, ¿por qué la ley obliga a todos los niños a vacunarse cuando ya ha matado a alguien? Parecía sorprendido, incómodo, y se alejó murmurando algo acerca de cómo los beneficios de la vacuna superan con creces los riesgos, y en ocasiones tenemos que hacer sacrificios por el bien mayor.
Y pensé, pero no hubo ningún beneficio para mi hijo ni para los bebés que murieron después de obtener las vacunas de DPT, casos que el joven doctor intentó abordar antes de ser linchado, en sentido figurado, por sugerir que los riesgos de la vacuna DPT pudieran ser mayores a los beneficios.
¿Y por qué se sacrificó la salud de mi hijo sin mi conocimiento ni mi permiso, qué "beneficio" puede ser mayor ante el sacrificio infantil, y quién lo define como tal?
Han Jugado con la Vida de Mi Hijo en la Ruleta de la Vacuna DPT
Cuando me convertí en madre en 1978, mi hijo, Chris, era la luz de mi vida. Él era feliz, saludable y precoz, a los siete meses ya empezaba a decir palabras, a los dos años empezaba a decir oraciones completas e identificar palabras en los libros que leíamos juntos todos los días. Un médico me dijo que estaba dotado cognitivamente.
Pero todo cambió en 1980 cuando, pocas horas después de su cuarta dosis de la vacuna DPT, fui testiga de que los ojos de mi hijo de dos años y medio de edad se habían volteado y de que su cabeza había caído sobre sus hombros, como si se hubiera quedado dormido sentado. Lo cargué, pálido y flácido, hasta su cama, en donde no se movió durante horas. Me dije a mí misma, debe estar cansado y simplemente necesita tomar una siesta muy larga, o tal vez esta decaído por un resfriado.
Y cuando por fin pude despertarlo, no podía sentarse, caminar o hablar coherentemente, entonces tuvo una diarrea terrible y solo pudo permanecer consciente durante unos minutos antes de caer en un sueño profundo durante 12 horas más; en ese momento, no me percate que había sido testiga de una típica convulsión posterior a la vacuna DPT, y una reacción hipotónica/hiporesponsiva e inflamación cerebral.42 43 44 45 Chris no solo tomaba una siesta muy larga, estaba inconsciente en su cama y pudo haber muerto ese día.
No sabía porque mi pediatra no me había dicho nada acerca de cómo reconocer una reacción a la vacuna, incluyendo los síntomas de la encefalitis—una inflamación cerebral, que ha sido una complicación de la vacunación bien documentada desde hace dos siglos.46 47 48 49 no sabía que la reacción local e inusual después de una tercera dosis de la vacuna DPT era una señal de advertencia o que nuestra historia familiar de alergias graves y trastornos autoinmunológicos podrían aumentar los riesgos de la vacuna.50 51 52 53 54 55 56
A pesar de que provengo de una familia de médicos y enfermeras, tengo un título universitario y he trabajado en un hospital universitario—al igual que la mayoría de los padres en ese entonces, yo creía que las vacunas eran 100 % seguras y eficaces.
Y en los siguientes días y semanas, cuando Chris ya no podía concentrarse o hacer lo que podíamos hacer antes, cuando su personalidad cambió y estaba constantemente enfermo del oído e infecciones respiratorias, diarrea, nuevas alergias alimenticias y una pérdida de peso severa, tanto yo como mi familia no podíamos entender por qué Chris había tenido un retroceso físico, mental y emocional, y se había convertido en un niño totalmente diferente. Sus médicos nos dijeron que no había ninguna explicación y que solo debíamos llevarlo a casa y darle amor.
Dieciocho meses después, cuando yo, y millones de padres en los Estados Unidos, observábamos al documental ganador del premio Emmy “DPT Vaccine Roulette”.57 Llamé a la estación de televisión y pregunté si podía tener una copia de la bibliografía médica que habían utilizado como base para hacerlo.
Y cuando estaba en mi sala leia las descripciones de las historias de los casos de lesiones y muertes causadas por la vacuna DPT, en las páginas de Pediactrics58 59 60 y British Medical Journal61 62 63 y New England Journal of Medicine64 me percaté de las coincidencias exactas en los síntomas de la inflamación cerebral de las que fui testiga, ese día, cuando mi hijo las manifestó; fue en ese momento que supe lo que los médicos han expuesto en revistas médicas desde hace más de 50 años, con respecto al hecho de que la vacuna contra la tosferina podría provocar daño cerebral en los niños, pero nadie se lo había informado a las madres que llevaban diligentemente a sus hijos para recibir legalmente una dosis de DPT, requerida para acudir a la escuela.
A medida que traté de ayudar a mi hijo a lidiar con múltiples problemas del aprendizaje que incluían dislexia, retraso en la motricidad fina y gruesa, procesamiento auditivo y déficit de atención, así como un retraso en la memoria a corto plazo tan grave que lo recluyeron en un aula de educación especial a través de su educación pública, y conforme he entrevistado a cientos de madres para el libro de DPT: A Shot in the Dark, he llegado a conocer a muchas familias cuyos hijos han muerto o fueron dañados más severamente por la vacuna, en comparación con mi hijo.65 66
Chris ha trabajado arduamente para compensar sus problemas de aprendizaje, y actualmente, es un miembro productivo de la sociedad; pero lamentablemente, muchos de los niños que son dañados por la vacuna, no son tan afortunados.67
Mi hijo está entre los que fueron perjudicados y en los que han desarrollado una epidemia de la enfermedad y discapacidad crónica sin precedentes ni explicación, que ahora afecta a millones de niños y adultos jóvenes en los Estados Unidos.68 Es una epidemia de discapacidades del aprendizaje, TDAH, asma, convulsiones, autismo, diabetes, depresión y otros tipos de disfunciones inmunológicas y cerebrales que son características de la inflamación crónica, que ha coincidido perfectamente con la triplicación del número de vacunas que se les suministran a los niños--de 23 dosis de 7 las vacunas desde los dos meses hasta los seis años de edad, a principios de los años 80--hasta las actuales 69 dosis de 16 vacunas desde su nacimiento, con 50 dosis administradas antes de los seis años de edad.69 70
En 1982, mi curiosidad por saber la verdad fue lo que me impulsó a investigar los estudios científicos, normas, leyes, ética, historia y políticas de vacunación, y dediqué dos décadas a ser colaboradora en proyectos de participación pública en el Instituto de Medicina y Departamento de Salud y Servicios Humanos, donde serví como miembro consumidor en los comités consultivos de vacunación de la FDA y los CDC,71 una travesía que ahora ha abarcado la mitad de mi vida.
Por lo tanto, le brindo mi perspectiva, desde ese punto de vista.
Filosofía: Amor Por la Sabiduría
Y aquí estamos, en el siglo XXI, en el cual la revolución de las comunicaciones electrónicas ha creado una arena pública y virtual en el mundo, a través de la red informática mundial, donde más de tres billones de personas se comunican--y a veces vociferan--entre sí para compartir ideas, valores y creencias, al igual que lo hicieron en los foros públicos de la antigua Roma y Atenas, y en las universidades, periódicos, así como en la radio y la televisión, desde entonces.
A lo largo de la historia registrada, las personas han estado en desacuerdo entre sí sobre cómo responder a las preguntas más importantes de la existencia, tales como:
- ¿De dónde venimos?
- ¿Somos solo materia física o tenemos un alma inmortal, una conciencia que sobrevive a la muerte física?
- ¿Cuál es la verdad y cómo podemos saberlo?
- ¿Qué es el comportamiento ético y cómo podemos definirlo?
La mayor parte de los debates formales sobre estas preguntas fueron descritos en la historia de la filosofía,72 que los antiguos griegos definieron como “amor por la sabiduría”, que incluyó el estudio del conocimiento, razonamiento, naturaleza del ser o metafísica, estética y ética.
Entre los siglos XVIII y XIX, la filosofía de la ciencia surgió como una disciplina separada, después de que los matemáticos y astrónomos lanzaron un exitoso desafío contra la autoridad de la religión organizada.
Ahora, la Ciencia Domina e Impacta los Valores Culturales y las Leyes
Desde entonces, la ciencia ha invadido y dominado cada una de las ramas de la filosofía. Como se nos recuerda cada día de muchas formas, la ciencia y las reglas matemáticas, así como la evidencia científica determina lo que es verdad y lo que no lo es. De hecho, los que practican y se someten a la autoridad de la ciencia insisten en que no solo se debe utilizar la ciencia para definir toda la verdad; no obstante, los líderes de la ciencia y medicina son las autoridades quienes deben definir “lo que es bueno”, es decir, definir el comportamiento moral y qué tipo de valores culturales debemos tener, así como qué tipo de creencias se deben mantener y enseñar a nuestros hijos, y qué tipo de leyes deben autorizarse con el fin de limitar la capacidad de las personas para tomar decisiones “no científicas” que presumiblemente pongan en peligro la salud y el bienestar público.73
Esa es demasiada presión para muchos médicos, quienes no quieren ser puestos en un pedestal ni ejercer ese tipo de autoridad sobre la vida de los seres humanos porque--en primer lugar--interfiere con el desarrollo de una relación con los pacientes basado en el respeto mutuo, confianza y la toma de decisiones compartida.
Pero, la cruda realidad es que la cientificación de todas las ramas de la filosofía ha elevado a prominentes científicos y médicos, quienes elevan la “ciencia del consenso” a posiciones de autoridad, cuyo juicio nunca debe ser cuestionado. Los valores culturales que se han mantenido desde hace mucho tiempo, como el respeto hacia la libertad de pensamiento, expresión, conciencia y religión, han sido cuestionados, lo cual, a su vez, afecta en las resoluciones judiciales y la creación de las leyes.
Y en ningún lugar es tan evidente como en las leyes de salud públicas a través de la filosofía materialista del utilitarismo, para exigir legalmente a todos los habitantes de los Estados Unidos aplicarse un número de vacunas cada vez mayor sin su consentimiento informado y voluntario.
Entonces... ¿cómo fue que llegamos hasta este punto? ¿Cómo la ciencia logró dominar cómo definimos lo que es verdadero y bueno para una persona y la sociedad, en el siglo XXI?
Los Antiguos Argumentos Sobre lo Que es Bueno y Verdadero
Aunque el diálogo sobre el significado de la vida y lo que es bueno inició antes de la historia escrita y está impregnado en los principios de las cinco religiones principales sobrevivientes--el hinduismo, budismo, Islam, judaísmo y cristianismo-- los filósofos griegos clásicos fueron los que comenzaron a registrar este debate.
Sócrates, Platón y Aristóteles creían que éramos una materia física animada por un espíritu vital, y que podíamos utilizar el conocimiento innato y la razón para percibir lo que era bueno.
Epicuro no estuvo de acuerdo y dijo que los seres humanos solo éramos materia física y que no teníamos ningún espíritu o conocimiento innato, y que el bien mayor era la búsqueda del placer y evitar el dolor, y que esto nos guiaba hacia el comportamiento moral.
Durante estos 1500 años después del nacimiento de Cristo, en las culturas occidentales, el bien mayor fue definido como conocer y amar a Dios, estas adoptaron valores morales judeocristianos--hasta la revolución científica, que fue el período cuando los científicos del siglo XV y XVI, Copérnico, Galileo, Newton y Francis Bacon desarrollaron métodos para determinar lo que era cierto, que puso la existencia de Dios en duda, junto con la definición de lo que era bueno.
Aunque entre los siglos XVI y XIX, Descartes, Locke, Kant, Hegel y otros filósofos argumentaron que los seres humanos son a la vez materia física y espíritu, y pueden utilizar la razón para entender la verdad científica, así como para percibir la ley natural que sirve como una guía de lo que es bueno, los filósofos materialistas Hobbes, Hume, Bentham, Comte, Marx y Nietzsche argumentaron que la ciencia demuestra que no existe un Dios o el espíritu humano, ya que solo somos materia física, y no hay valores morales en lo absoluto, sino, más bien, que la ciencia puede ser utilizada para definir lo que es bueno y verdadero.
Esto incluyó la idea de que podría utilizarse una ecuación matemática para juzgar si una acción individual, políticas gubernamentales o ley son morales.
Los autores de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos estuvieron de acuerdo con los filósofos que argumentaron que los humanos tenían un cuerpo físico dotado de un alma o espíritu, y que podíamos recurrir a la razón que nos ha proporcionado Dios para percibir la ley natural, lo cual incluye a los derechos naturales, que pertenecen a todos las personas, y limitar la autoridad del gobierno.
La Carta de Derechos de la Constitución de los Estados Unidos contiene un texto poderoso para proteger el ejercicio de los derechos naturales.74 Estos se han definido internacionalmente como derechos humanos, incluyendo a la libertad de pensamiento, expresión, conciencia y religión.75 76
Utilitarismo: El Nacimiento de las Matemáticas, Vacunación y Salud Pública
No obstante, actualmente, no se respetan los derechos naturales que rigen las políticas de salud pública en los Estados Unidos, una perspectiva llamada filosofía del utilitarismo, creada por Jeremy Bentham, un abogado británico del siglo XIX y reformador social.77 78 Bentham se burló de la Constitución de los Estados Unidos por mencionar a Dios y reafirmó los derechos naturales protegidos en la Primera Enmienda.
A l igual que Comte, Marx y Nietzsche, quienes le siguieron, Bentham no creía que el hombre tuviera un alma o inteligencia innata, por lo que volvió a la filosofía hedonista de Epicuro, que consiste en maximizar el placer y minimizar el dolor para definir lo que es bueno.
El utilitarismo de Bentham utiliza una ecuación matemática que evalúa lo correcto o incorrecto de una acción a través de sus consecuencias. Bentham dijo que una acción solo es moral o ética si produce una mayor felicidad en un mayor número de personas. Bentham creó el utilitarismo con énfasis en el número de personas, principalmente como una guía para indicar la política legislativa; y los análisis de costo-beneficio de las vacunas surgieron del utilitarismo.
Bentham fue contemporáneo del médico británico Edward Jenner, quien tomó la pus de una lesión de viruela de las vacas y la raspo en el brazo de un joven, en un esfuerzo por prevenir la viruela. El experimento de Jenner--repetido una y otra vez en muchas personas--creó un virus híbrido y vivo de vaca-humano, llamado virus vacuna (o vaccinia virus, en inglés).79
La nueva industria química tomó el virus vacuna, le añadió algunas sustancias químicas, lo envasó, y lo vendió a médicos y gobiernos. Las siguientes campañas de vacunación para la viruela en masa ampliaron la autoridad en una nueva rama de la medicina que se enfocaba en el control de las enfermedades con base en la población, llamada salud pública.80
Los médicos del siglo XIX fueron reclutados por el gobierno para administrar vacunas contra la viruela en los niños y bebés, y fueron persuadidos para ignorar el hecho de que algunos de ellos habían muerto o que quedaron permanentemente incapacitados, después de desarrollar infecciones virulentas ocasionadas por el virus vacuna e inflamación cerebral. Una vez que la lógica utilitaria fue incorporada por completo, los funcionarios de salud pública percibieron a las victimas individuales de la vacuna de la viruela como pérdidas necesarias para lograr un bien mayor para el bienestar de un mayor número de personas.
El Utilitarismo Codificado en la Ley de los Estados Unidos: Jacobson Versus Massachusetts (de 1905)
Al llegar el siglo XX, el utilitarismo estaba de moda en los círculos intelectuales y políticos. Y en 1905, fue el argumento filosófico utilizado por los abogados para persuadir a la Corte Suprema de los Estados Unidos para emitir una regla utilitaria en el caso Jacobson versus Massachusetts.81
El pastor luterano Henning Jacobsen y su hijo habían sufrido reacciones severas debido a una previa aplicación de la vacuna de la viruela, y Jacobsen argumentó que su predisposición genética lo ponía en alto riesgo de morir o ser dañado si se lo obligaba a volverse a vacunar. La corte desestimó la preocupación de Jacobsen por su propia salud y bienestar.
La corte, que incluía a Oliver Wendell Holmes, presentó una decisión dividida con un voto en contra, y emitió un dictamen que reafirmaba el derecho legal de las legislaturas estatales de los Estados Unidos para asignar facultades policiales a los funcionarios de salud pública para restringir o eliminar la libertad individual en favor de "asegurar el bienestar general, salud y prosperidad del estado".82
La corte sostuvo que todos los ciudadanos podrían ser obligados a recibir las vacunas contra la viruela, porque la felicidad y el bienestar de la mayoría superaban a la felicidad y el bienestar de una minoría. En otras palabras, el sacrificio humano individual es ético y legal si se hace por el bien común.
El profesor de derecho de Georgetown y autor de la vacunación obligatoria, Lawrence Gusting, lo ha descrito como el dictamen más importante de la Corte Suprema en la historia de la ley de salud pública de los Estados Unidos.83
Eugenesia: La Erradicación de la “Incompetencia” en el Caso Buck Versus Bell (de 1927)
En 1927, el entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Oliver Wendell Holmes, utilizó la resolución Jacobson para darle la autorización al estado de Virginia para esterilizar a Carrie Buck, una joven madre soltera de 17 años de edad, que los médicos y trabajadores sociales del estado habían valorado erróneamente con retraso mental, al igual que su hija y su madre, según indicaron ellos.84
Holmes, Presidente de la Corte Suprema, autoidentificado como un ateo darwiniano y utilitario, tenía una admiración por el ejercicio del poder, la cual se vía reflejada en sus dictámenes jurídicos.85 Holmes no creía en el concepto de derechos naturales e indicó que: “Entre dos grupos de personas que quieren crear mundos inconsistentes, no veo ningún otro remedio que recurrir a la fuerza”.86 Él creía que se debía aplicar el conocimiento científico para mejorar a la raza humana, y dijo: “Me puedo imaginar un futuro en el que la ciencia tome el control de la vida, y condene al mismo tiempo que realice una ejecución instantánea, sobre cuestiones que hoy son destruidas por la naturaleza.”87
Y por lo tanto, en lo que se refiere a Carrie Buck, el eugenicista, Holmes, proclamó con frialdad--
“El principio que sustenta la vacunación obligatoria es lo suficientemente amplio como para abarcar la cuestión de cortar las trompas de Falopio.”88
Con esta decisión implacable de la Corte Suprema, en 1927, al igual que en el caso Jacobson versus Massachusetts de 1905, Holmes logró su objetivo de despojar a la ley de los Estados Unidos de los valores culturales y principios éticos. Su lógica fue que si el utilitarismo podía utilizarse para garantizar el bien común y proteger a la sociedad de infecciones, a través de las leyes de vacunación obligatoria, entonces las leyes de esterilización forzada podían ser utilizadas para inmunizar a la sociedad contra la infección de malos genes.
El Darwinismo Social y la Eugenesia en los Estados Unidos Inspiraron a Hitler
La teoría de Darwin sobre la selección natural condujo hasta el Darwinismo Social89 y la eugenesia que los intelectuales de Estados Unidos habían percibido como una nueva ciencia, durante los años 20 y 30.90 El biólogo estadounidense Charles Davenport había fundado la Oficina de Registro de Eugenesia en el Laboratorio de Cold Spring Harbor, en Long Island, en 1910,91 para mejorar a la raza humana y los cursos tempranos de eugenesia, que fueron ofrecidos en Harvard, Columbia, Cornell, Brown y otras universidades. La Asociación Nacional de Educación tenía un Comité de Bienestar Racial para ayudar a los maestros a integrar el contenido de la eugenesia en los libros de texto de las escuelas públicas.92
En 1932, California y otros 28 estados aprobaron leyes de esterilización obligatoria y la práctica de la eugenesia fue respaldada por los principales científicos, médicos, abogados, profesores, empresarios, políticos, filántropos y reformadores sociales de los Estados Unidos, tal como Margaret Sanger. Al año siguiente, en 1933, Hitler adoptó la eugenesia como una pieza central de su plan para proteger el bien común, a través de eliminar a las personas que consideraba una amenaza para la salud, seguridad y bienestar económico del Estado. Para el momento en que la eugenesia se convirtió en un tema políticamente incorrecto en los años 40, los médicos ya aplicaban la política de salud gubernamental que había realizado más de 60 000 esterilizaciones involuntarias en los habitantes de los Estados Unidos que estaban mentalmente discapacitados o enfermos crónicamente.93
Hitler fue influenciado por Marx y Nietzsche e inspirado por las leyes eugenésicas de los Estados Unidos. Mezcló el utilitarismo con el darwinismo social y el nacionalismo para crear una visión del Estado como una entidad biológica o un cuerpo que debía mantenerse saludable y libre de enfermedades y amenazas por parte de las personas que no eran aptas.
Al contar con la asistencia de médicos y funcionarios de salud pública, la primera minoría considerada como no apta y prescindible eran los niños gravemente discapacitados, enfermos crónicos y enfermos mentales, llamados “personas inutiles”. Y cuando se ampliaron las razones por las que una persona era identificada como una amenaza para la salud, estabilidad económica, o seguridad del Estado, para incluir a las minorías que eran de edad muy avanzada o muy judías, o demasiado católicas, o muy obstinadas, o simplemente reacios a seguir las imposiciones de los que ostentaban el control del Estado... mientras crecía la lista del Estado, sobre los que tildaba como personas de interés para ser satanizados, temidos, rastreados, aislados y eliminados, también ocurrió los mismo con el colectivo para negar a las personas que aún no se habían incluido en esa lista.
Los Crímenes de los Médicos en Contra de la Humanidad: Los Juicios de Nuremberg
Cuando los médicos fueron acusados de crímenes contra la humanidad en el juicio de los médicos en Nuremberg, por realizar terribles experimentos científicos en niños y adultos cautivos en los campos de concentración, incluyendo a los experimentos de vacunas, ellos señalaron a las leyes eugenésicas de los Estados Unidos e invocaron una defensa utilitaria, al alegar que era moral sacrificar la salud y la vida de las personas para avanzar en el conocimiento científico, lo que podría salvar la vida de muchos más.94 95
Más allá del juicio de los médicos en Nuremberg, se estableció el Código de Nuremberg, sobre el cual el médico y profesor de leyes de Yale, Jay Katz, indicó que, "impuso--si no explícitamente, al menos implícitamente—que el principio del avance de la ciencia se rindiera a un principio superior: la protección de la inviolabilidad del individuo. Los derechos de las personas a la autodeterminación y autonomía deben ser prioritarios".96
El Primer Principio del Código de Nuremberg es: "El consentimiento voluntario del sujeto humano es absolutamente esencial".97
El juicio de los médicos en Nuremberg le dio un rostro humano a las víctimas de las inmorales políticas de salud del gobierno. El Código de Nuremberg se establece como una afirmación inflexible del valor de todas las vidas humanas y el derecho natural a la libre determinación, una guía atemporal sobre el comportamiento ético de los científicos y médicos.
Si bien, después de la Segunda Guerra Mundial, Europa atravesó un proceso sobre lo que habían aprendido del juicio de los médicos en Nuremberg y el holocausto, las cosas fueron muy diferentes en los Estados Unidos. En nuestro país, los destacados miembros de nuestra sociedad, quienes habían promovido y participado en la práctica de la eugenesia nunca fueron obligados a ponerse en el lugar de los demás y reflexionar sobre lo que habían hecho, ni enfrentaron la vergüenza pública.98 Simplemente, se escondieron.
Las Reglas Científicas y Matemáticas: Una Historia de la Filosofía Olvidada
Nuestra percepción de lo que es verdadero y bueno está muy influenciada por los paradigmas a través de los cuales se nos inculcó ver el mundo.
En las escuelas públicas modernas, la educación se enfoca en la ciencia y las matemáticas, pero no es común que se enseñe o se valore el estudio de la filosofía y su impacto en la historia de la humanidad. No existe un debate acerca del tipo de pensamiento utilitario que convirtió a la eugenesia en un enfoque aceptado en los Estados Unidos.
Algunos de los que pertenecen a la generación X y Millennials, quienes guiaron a nuestra nación durante la segunda mitad del siglo XXI, entendieron que ya están en proceso las consecuencias de permitir al utilitarismo guiar las políticas de salud públicas y la ley, así como el espectro de la ingeniería genética, en el cambio del significado como ser humano.99 100 101 ¿Acaso comprenden la influencia de los filósofos utilitaristas, tal como el Dr. Peter Singer, profesor de bioética en Princeton, quien dice que es ético aplicar la eutanasia en bebés con discapacidad, en los primeros 30 días de vida, y que también es ético aplicar la eutanasia en personas de edad avanzada y en personas con discapacidad, quienes no son conscientes de que no sirven para ningún propósito ni son miembros útiles para la sociedad, porque, según indica, la vida de una persona con una discapacidad intelectual grave no tiene un valor mayor que la de un perro o un cerdo?102
El Dr. Paul Offit y otros creyentes del utilitarismo contemporáneo que desarrollan vacunas, crean políticas de vacunación y promueven leyes de vacunación obligatorias “sin excepciones”,103 y se imponen ante nosotros, lo cual los coloca en un altar que hace la remembranza de un Augusto Comte del siglo XIX, fundamentado en sus creencias sobre la humanidad. En el ámbito público no se nos permite hablar de lo que es verdadero o bueno, a menos que tengamos credenciales médicas o académicas y entonces--solo lo hacemos si nos ceñimos a promover un consenso científico, una palabra clave para la censura que deslegitima la libertad de pensamiento y la disidencia.
El Debate Sobre la Vacunación Forzada Trasciende a la Vacunación
Hoy en día, todos conocen a alguien que se encontraba saludable, fue vacunado y nunca volvió a estar sano. Pero la ciencia de la vacunación ya está establecida, e indica que el utilitarismo se niega a comparar la salud de los niños vacunados con los que no fueron vacunados. Ellos dicen que las vacunas no dañan ni matan, o--si lo hacen—es tan inusual, que es ético requerir el sacrificio de la vida de algunos niños sin el consentimiento informado de los padres, con el fin de hacer cumplir las leyes de vacunación obligatoria que sirven para el bien común.
Es por esta razón que el debate sobre la vacunación va más allá de la vacunación. Esto fue peor que una guerra que ignora los valores y las creencias culturales de los Estados Unidos, que es la razón por la que la denomino la Guerra Cultural de la Vacunación.
Porque si ahora, el Estado puede etiquetar, rastrear y obligar a los ciudadanos en contra de su voluntad a ser inyectados con productos biológicos de toxicidad conocida y desconocida, entonces el Estado tendrá total libertad para coartar las libertades individuales, en el nombre de un bien mayor futuro.
Actualmente, el campo de batalla de la guerra de 200 años sobre los microbios está plagado de una cantidad de víctimas humanas tan numerosa que es imposible de determinar; mientras que, los microbios, como una lucha natural por su supervivencia, han evolucionado para evadir las vacunas.104 Y los científicos y médicos en posiciones de liderazgo determinados a ganar esa guerra continúan contratacando, mientras ignoran las muertes de los niños afectados por las vacunas.
¿Acaso considero que los funcionarios de salud pública que ostentan las creencias científicas con un guiño a la perspectiva utilitaria, despiertan todos los días y se dicen a sí mismos, hoy le quiero hacer daño a un niño? Por supuesto que no. La mayoría de los médicos y científicos quieren ayudar, no dañar a las personas.
¿Acaso considero que ellos han errado en su deber como profesionistas, cegados por una visión utilitaria pseudoética que les facilita ignorar estas muertes para poder creer que el sacrificio humano es ético cuando es en favor de un bien mayor? Sí, eso es lo que creo. Han olvidado hacerse la pregunta:
¿Cuándo un individuo es considerado prescindible por el bien de la sociedad, cuántos más podrían ser considerados prescindibles? ¿Son 500, 5 000, 50 millones--o más? ¿Cuántas vidas sacrificadas son demasiadas en pos de la felicidad de los demás, y quién decide quienes son prescindibles entre nosotros?
Elie Weisel, un sobreviviente del Holocausto, dijo: "Cuando se toma una idea o concepto y es convertido en una abstracción, eso también permite tomar a los seres humanos y convertirlos en abstracciones. Cuando las personas son convertidas en abstracciones, ¿qué nos queda?105
Él está en lo correcto. Las abstracciones son mucho más fáciles de anular como coincidencias, es más sencillo categorizarlas cuando no se les asigna un nombre o una cara. Las abstracciones no viven ni respiran, sangran o convulsionan, gritan o mueren; pueden ser descartadas y olvidadas en archivos donde nadie busca.
Como Rechazar el Utilitarismo y Adoptar una Ética Auténtica
Después de sobrevivir a cuatro campos de concentración, el médico Viktor Frankl llama a la humanidad a rechazar la visión materialista de que una persona solo tiene valor si es útil para la sociedad, lo que le convierte en un esclavo del Estado. Frankl dijo:
"Las cámaras de gas de Auschwitz fueron la consecuencia final de la teoría en la que el hombre no es más que el producto de la herencia y el medio ambiente—o como les gustaba decir a los Nazis, proviene de la 'tierra y sangre'". Estoy absolutamente convencido de que las cámaras de gas de Auschwitz, Treblinka y Majdanek, finalmente, no fueron ideadas en algún ministerio o ámbito similar en Berlín, sino en los escritorios y en las salas de conferencias de los científicos y filósofos nihilistas".106
Más allá del horror de lo que había atestiguado, el Dr. Frankl fue capaz de percibir que, “entre el estímulo y la respuesta, hay un espacio. En ese espacio tenemos el poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad"..."La libertad espiritual es lo--que no se puede arrebatar--que hace que la vida tenga un sentido y propósito”.
En el siglo XXI, todos nosotros tenemos que hacer una elección; y queramos o no tendremos que adoptar lo que Albert Schweitzer llamó "respeto por la vida".107 Esto requiere que nos alejemos de la perspectiva de los filósofos materialistas, tales como Hobbes, Bentham, Comte, Marx, Nietzsche y Singer, quienes indicaron que la vida individual no importaba, que la vida no tenía sentido, y que la moral podría ser reducida a una ecuación matemática. Los científicos y médicos progresistas quienes son compasivos y valientes, tienen un llamado a recuperar el liderazgo de su profesión, por los que han errado en su deber. Incluso al igual que las personas que fueron víctimas de las políticas de salud utilitarias, deben seguir atestiguando en los ámbitos públicos.
Solo entonces podremos rechazar el utilitarismo como una guía para la práctica de la medicina, por lo que la ortodoxia del consenso científico dará paso a la ciencia real que exponga la verdad acerca de la vacunación y la salud; como consecuencia, trascenderemos el horror de lo que le ha sucedido a tantos niños en nombre de un bien mayor y adoptaremos una ética auténtica, una que valore la autonomía individual y la libertad de pensamiento, expresión y conciencia--libertades civiles que ha sido el antídoto contra la tiranía en sus múltiples formas, a lo largo de la historia de la humanidad.
Nuestra misión continúa. Digamos NO a la vacunación forzada en los Estados Unidos de América.
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